

Los juguetes solos no bastan para estimular el desarrollo de las niñas y los niños.
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La infancia es la edad en la que la niña o niño lo aprende todo jugando; por eso decimos que el juego es el centro de la infancia
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Los juguetes solos no bastan para estimular el desarrollo de las niñas y los niños.
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Lo más importante es jugar con ellos, para que aprendan a aprovechar mejor los juguetes y las oportunidades de estímulo que hay en su hogar
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La esencia del juego sin juguetes es la interacción con las niñas y niños, brinda oportunidades para cultivar el afecto, la comunicación y la confianza entre padres e hijos
Todo lo que la niña o niño aprende, lo aprende jugando...
Jugando aprende a conocerse a sí mismo, a descubrir sus capacidades y preferencias, a desarrollar poco a poco las facultades de su cuerpo y de su mente. Jugando aprende a conocer y explorar el mundo y la naturaleza. Jugando aprende a entenderse con la gente; a comprender las relaciones entre el mismo, el mundo y la sociedad... el juego es el centro de la infancia; es la actividad esencial en el niño, porque solo jugando puede alcanzar la plenitud de su propio desarrollo...
Además de proporcionarle la oportunidad de desarrollar todas sus facultades físicas, mentales e intelectuales, el juego le proporciona replicas en miniatura del mundo real, y le permite asumir y ejercer en su imaginación las funciones y roles del adulto, en lo que constituye una preparación insustituible para la vida...
Por esta razón la niña o niño disfruta y necesita tanto los juegos...
En los juegos de imitación de la vida el niño encuentra oportunidades valiosas de aprendizaje emocional, en el experimenta conflictos, frustraciones, rabias y penas; experimenta también logros y satisfacciones; ejercita la perseverancia; aprende a reconocer el sentimiento ajeno y desarrolla la empatía; expresa sus propios sentimientos y valida los ajenos... Desarrolla, en fin, todo aquello que hoy llaman inteligencia emocional...
El juego es esencial:
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Para que el cerebro del niño termine de formarse bien
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Para que la inteligencia del niño se desarrolle plenamente
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Para que la comunicación afectiva entre padres e hijos sea fuerte y sana
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Para que el amor entre padres e hijos se fortalezca cada día más
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Para que el niño crezca con una personalidad sana y equilibrada
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Para que el niño se integre a la sociedad y aprenda a convivir en ella
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Para que el niño tenga una sana vida afectiva
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Para que el niño se prepare para asumir los roles y funciones propios de la vida adulta
Tomado del "Taller de Habilidades Parentales"
Publicado por la Fundación Carvajal y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar
Autores: María Eugenia Carvajal de Guerrero y María Lucia Cabal de Posada. ISBN 958-9224-70-9