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Todos los hijos e hijas son distintos y tienen necesidades diferentes

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Es importante prender a conocerse y a comprenderse

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La escucha y observación atenta hacia los hijos e hijas permitirá reconocer sus fortalezas, gustos dificultades y los riesgos relacionados con su modo de ser

Con el nacimiento de los niños y niñas, la vida de las madres y padres cambia por completo; les abruman el cansancio, la falta de sueño, los oficios acumulados y la necesidad de hacer muchas cosas en poco tiempo. Además, las madres y padres se ven enfrentados a esa criaturita que llora... Se sienten ofuscados porque no entienden que le pasa a la niña o al niño. Lo que tenemos aquí es, básicamente, un corto circuito en la comunicación...

El entendimiento entre los padres y la niña o él niño es difícil al comienzo, porque son como dos personas tratando de hablar en distintos idiomas y eso solo se logra a través de la observación. Esa armonía no se puede lograr cuando las personas no se conocen entre sí; por eso, el primer paso para construir el amor es aprender a conocerse y comprenderse.

 

La única manera de conocer y comprenderla a los hijos e hijas es escucharlos y observar su comportamiento con mucha atención, para reconocer sus logros, dificultades y los riesgos relacionados con su modo de ser.

Tomado del "Taller de Habilidades Parentales"

Publicado por la Fundación Carvajal y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar

Autores: María Eugenia Carvajal de Guerrero y María Lucia Cabal de Posada.

ISBN 958-9224-70-9

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